El Aikido
El Aikido es un arte marcial japonés – no competitivo, orientado a la defensa – creado por Morihei Ueshiba aproximadamente en la década del ‘30. Desarrollado a partir del Daito Ryu Aiki-jujutsu, antigua escuela de entrenamiento Samurai, y el ken-jutsu, técnicas de sable, sumándole a éstas sus experiencias en los movimientos de lanza, bayoneta y bastón. Las técnicas realizadas, en la práctica del aikido, siempre son de mano vacía, siendo básicamente llaves y proyecciones -realizadas de manera dinámica y de forma circular.

AI: Unión, armonía.
KI: energía universal.
DO: camino.
Unido al entrenamiento, O’Sensei introdujo aspectos morales y espirituales a este arte; enfatizando, así, el desarrollo de la persona y la armonía, propia y con el entorno. Este es el principio más básico del arte, aún cuando parezca paradójica la idea de una disciplina marcial que se esfuerce por la paz y la armonía.


Las clases consisten en observar la demostración de técnicas que lleva a cabo un profesor y luego se debe trabajar con uno o varios compañeros. Buscando emular lo observado, así incorporando y comprendiendo. Durante la práctica los roles de de atacante (”uke”, el que inicia la ofensiva) -quien utilizará una serie de golpes y agarres preestablecidos con fines didácticos- y defensor (”tori”, el que aplica una técnica) se alternan. Mientras el tori practica, el uke también está recibiendo una preciada experiencia, al desenvolverse bien ante cada lanzamiento o llave, incorporando valiosa información psicomotriz. Que le servirá para incorporar la técnica de manera pasiva, y como ganancia secundaria si llegase a ser desequilibrado, vuelva inmediatamente a una postura centrada y alerta.